Publicado por Kirssy Lorenzo, en su IG, Junio 2022

 

Anoche estaba releyendo una parte del maravilloso libro de Louise L. Hay «Sana tu vida“
Una obra que recomiendo leerla aunque ya no este de moda, por que la información allí, es imperecedera.

Nuestro cuerpo es sabio y habla, pero no lo podemos escuchar por que estamos distraídos con los ruidos del entorno o con los de nuestra propia mente parlanchina, que no se calla ni cuando queremos dormir.

Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces surgen enfermedades que pudimos evitar. De acuerdo a la parte del cuerpo donde se presenta el signo, habrá una explicación emocional para el mismo.

Cuello: el dolor de cuello representa inflexibilidad, testarudez, no querer ver otros puntos de vista. Se te hace familiar?

Hombros: El dolor de hombros en la cantidad de cargas que tu mismo te has puesto, y que a veces piensas que deberías soltar, pero en realidad no sabes como. Respuesta: #biomagnetismo.

Columna vertebral, en distintos puntos: tu columna es el soporte de todo. Si tienes problemas en las cervicales, es falta de apoyo emocional. No te sientes amado. Si es las dorsales, culpa. No sabes como cerrar el pasado (#biomagnetismo). Lumbares: miedo por que falte el dinero.

Codos: Representa el cambio de dirección. La apertura y aceptación de nuevas experiencias. Puede reflejarse inclusive en problemas de la piel de esa zona.

Muñecas. Representa la tranquilidad, la simplicidad. La flexibilidad de movimiento en tu vida.

Caderas: miedo a ir mas allá, en las decisiones importantes.

Rodillas: Reflejan que tan terco y orgulloso eres. Muestran tu capacidad o no de doblegarte.

Otras áreas del cuerpo:

Bursitis: Ira reprimida.
Inflamación: miedos, enfado.
Perdida de equilibrio: pensamientos dispersos, falta de concentración.
Ciática: miedo por el futuro (dinero).

Abordamos en los retiros y daypass este tema desde los aportes de #Lowen y la #bioenergética contando con el #biomagnetismo como clave de solución inmediata.
Muchas veces el cuerpo grita lo que la boca calla, y entonces… Tus dolores callados, ¿cómo hablan en tu cuerpo?