Escrito por:   Xiomara Frías, del Club de la Tribu.   Julio, 2020

Estimada emprendedora, lo que se clasifica por tamaño, según la cantidad de empleados y monto de ventas anuales, es la empresa, ¡¡no la empresaria!! Me preocupa ver como muchas mujeres quieren justificar que necesitan más apoyo, comprensión por no crecer o ayuda de servicios sociales, con el hecho de «soy mujer y microempresaria», haciendo así más fuerte el famoso Techo de Cristal del que constantemente nos quejamos de limitarnos en el mundo profesional y empresarial. Cuchillo para tu propia garganta?

Tú eres una EMPRESARIA de una empresa que puede ser micro, pequeña, mediana o grande, pero siempre empresaria. Es cada vez más alto el número de mujeres propietarias de microempresas. Sin embargo, visualizarte como una «microempresaria» limita enormemente tus oportunidades de crecer y por tanto las del negocio; es lo que te lleva a permanecer siendo una mujer luchadora, dinámica, de muchos esfuerzos, pero vulnerables y con resultados también pequeños. Así que la clave comienza en tu visión de ti misma.

Las dueñas de microempresas necesitan desde el inicio cambiar su mentalidad hacia una visión totalmente empresarial, desarrollando las competencias y habilidades que le permitan tener éxito, pero sobre todo crecer y no pensar que como «pequeña» siempre va a depender de programas asistenciales o ayuda de otros para sobrevivir en el medio. Entenderse y empoderarse como empresaria le permite a la mujer ampliar su zona de control y hacerse cargo de las metas y resultados del negocio.

Los procesos y actividades para administrar un negocio, aunque en diferentes escalas, son los mismos independientemente del tamaño de la empresa. Por tanto, las emprendedoras habrán de adquirir todos los conocimientos por lo menos para entender los procesos básicos y fungir como dueña de negocio, ya que rara vez desde el inicio podemos contar con toda la estructura de colaboradores pagados para que se hagan cargo de parte de esas funciones. Ese es el Plan de Ruta que llevamos en El Club de La Tribu para transformar tanto a la emprendedora como a su negocio y que puedan escalar.

Es muy común que las mujeres emprendan y no por elección u oportunidad. En todo caso es importante descubrir su potencial, tomar las habilidades desarrolladas por otras experiencias de vida, localizar los diferentes recursos que falten y comenzar a accionar. Como empresaria que decidiste ser te corresponde «verte en el presente, formar ideas sobre el futuro y establecer una meta a largo plazo para la vida.»

Eres justamente TÚ quien puede lograr que tu empresa, independientemente de su tamaño, impacte, sea y te haga grande!. Reta tu autoconfianza y apuesta a tus más grandes sueños. No minimices lo que eres y puedes llegar a ser. Decídete a ejercer a plenitud tu rol de emprendedora y empresaria.

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